El juego de cartas Briscola se juega con una baraja de 40 Cartas Napolitanas divididas en 4 palos (Corazones, Diamantes, Tréboles y Picas) con 10 cartas cada uno. Los jugadores de cada pareja se colocan en la mesa en orden alterno.
El crupier reparte 3 cartas en el sentido de las agujas del reloj a cada jugador y da vuelta a una carta dejándola sobre la mesa. Esta carta representa el palo de Briscola, válido para esa mano.
El jugador a la derecha del crupier comienza el juego bajando una carta sobre la mesa, seguido de los otros jugadores. La elección de la carta para jugar es libre (no es obligatorio bajar una carta del palo Briscola). Al final de la ronda gana y recoge las cartas quien ha jugado la carta de mayor valor del palo de Briscola o, si ningún jugador tiene cartas de ese palo, gana quien jugó la carta de mayor valor del palo bajado por el primer jugador.
Quien recogió las cartas, es decir, quien ha ganado a la ronda anterior, compra una carta del mazo, seguido de los otros jugadores, obteniendo así tres cartas de nuevo. Ese jugador será el primero a bajar una carta sobre la mesa, y luego lo harán los demás.
Todo se repite hasta que se terminen las cartas en el mazo y las cartas en las manos de los jugadores. El ganador de la ronda es el que obtiene la mayor cantidad de puntos, y el ganador de la partida es el que alcanza la puntuación establecida.
Está permitido usar señales para pasar información sobre el propio juego al compañero.
Los puntos disponibles para cada partida son 120. Gana la pareja que alcanza al menos 61 puntos. En el caso de 60 puntos para cada pareja, la partida se queda empatada y debe repetirse.
Puntuación de las cartas:
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